Los Terrenos Nutricionales

La prueba del Perfil Bio-nutricional identifica 7 estados o Terrenos de los cuales: tres son carencias, tres son excesos y uno que identifica la implicación del sistema nervioso autónomo sobre nuestra salud.

Cada uno de ellos describe características propias del organismo, permitiéndonos incidir en el origen del “problema”. Tome esta información como referencia y no dude en consultarme para ampliar la información.

Terreno C o Carenciado:

Es un estado metabólico en el cual, la carencia de los ácidos grasos esenciales  es muy significativa.

Los ácidos grasos son muchos pero a efectos prácticos los llamaremos omega 3 y 6. Hacen parte importante de la membrana celular y se encuentran en grandes cantidades en el cerebro y en general en el tejido nervioso.

Se caracteriza por una falta de inmunidad, con manifestaciones a nivel de ORL como rinitis, alergias. A nivel dérmico se presenta una piel seca, rugosa, con eczemas, síntomas de prurito y en general lo relacionado con falta de elasticidad y disminución de la capacidad de respuesta defensiva.

En el sistema reproductor femenino encontramos síntomas relacionados con reglas dolorosas, tensión mamaria, alteraciones del humor, dificultades con la fertilidad, etc.

Intervienen directamente en el funcionamiento del sistema nervioso central y por tal motivo cobran vital importancia en ciertos trastornos de la memoria, concentración y el sueño en personas adultas, pero también en situaciones de alteraciones de la conducta en niños con déficit de atención e hiperactividad.

Requerirá entonces un aporte extra de ácidos grasos esenciales.

 Terreno H o Hipoglicémico:

En relación con el consumo elevado de azucares refinados, pastelería, bollería, zumos envasados y en general azúcar rápidos que no se consumen con el producto completo (sin las fibras adecuadas), generan una rápida elevación de los niveles de azúcar y una posterior caída de los mismos. Producen necesidad imperiosa de comer algo dulce o estimulante (como el café), lo que genera un círculo de alteración.

Son organismos que requieren comer con cierta frecuencia, porque tienen un consumo interno elevado  de oligoelementos y vitamina B, apetecen mejor comidas dulces por encima de otras, su humor puede cambiar si posponen una de las comidas. Suelen tener fatiga a las 11 y a las 17.  Puede aparecer hiperemotividad, irritabilidad, nerviosismo, agresividad. Pero también puede haber vértigo, dolor de cabeza, temblores. A largo plazo puede aparecer sobrepeso y desordenes metabólicos.

Requerirá vitaminas del grupo B y preparaciones hiperproteicas.

Terreno A o ácido desmineralizado:

Es el resultante de una influencia importante del estrés en relación a excesos de alimentos acidificantes, desmineralizantes y una falta de alimentos alcalinizantes. El organismo moviliza sus reservas procurando corregir la acidez, resultando con pérdidas en calcio, magnesio y potasio.

Este terreno se caracteriza por alteraciones a nivel de huesos, dientes, con caries prematuras o masivas, desmineralización en general. Todo esto en un ambiente carente de ejercicio físico y con una mala gestión del estrés diario. Se asocia a síntomas dolorosos e Inflamatorios musculares y tendinosos, lo mismo que a cansancio crónico.

Requerirá aportes extra en calcio, magnesio y potasio.

 Terreno N o Neuro-distónico:

En este terreno, el organismo se ve afectado y en ocasiones desbordado por los influjos del sistema nervioso central. Son personas cuya emotividad afecta a nivel orgánico, con dolores, astenia, taquicardias y a su vez estos síntomas generan importantes cuadros de ansiedad, emotividad. Aparecen trastornos del humor, agotamiento nervioso, falta de confianza, alteraciones del sueño. Todo esto favorecido por tensiones a nivel personal, laboral, familiar. El resultado es una alteración a nivel de las vitaminas del grupo B y requieren modular los neurotransmisores y un aporte extra en zinc y magnesio lo mismo que ácidos grasos esenciales.

 El terreno B o baso-colítico:

Es el resultado de un desequilibrio de la flora intestinal, con aumento de la flora de putrefacción (sobre la flora de fermentación), lo que genera alteraciones del tránsito intestinal, con distensión, gases, sobrecarga hepática, digestiones lentas y en ocasiones presencia de hongos y bacterias patógenas.

Requiere la estimulación de los sistemas de drenaje y desintoxicación del organismo, lo mismo que antioxidantes.

Terreno I o Intoxicado:

Los mecanismos de eliminación se han colapsado o están seriamente limitados con lo cual existe una acumulación de residuos, una intoxicación, que debe ser resuelta para que el estado general de salud mejore. Se relaciona con tabaco, alcohol, metales pesados, contaminación ambiental, excesos alimentarios como carne, grasas saturadas, azucares. Con la consecuente aparición de hipertensión, elevación del colesterol, ácido úrico, trastornos cardiovasculares.

Requerirán entonces antioxidantes y detoxificantes amino-azufrados.

 Terreno O u Oxidado:

La mala gestión de los residuos genera una importante producción de los llamados radicales libres, pequeñas moléculas oxigenadas, muy reactivas y altamente nocivas para el organismo si están en exceso. Es la consecuencia de una mala alimentación unida a la polución. Estos radicales libres atacan a la membrana celular. El consumo habitual de algunos medicamentos unidos a las radiaciones ionizantes y pésimos hábitos de vida como el tabaquismo, el alcohol, los excesos alimentarios, la mala gestión del estrés llevan a este terreno.

Existe un envejecimiento prematuro, fenómenos degenerativos celulares, trastornos cardiovasculares y alteraciones reumáticas.

Requiere entonces antioxidantes. Vitamina A, C, E, betacarotenos, lo mismo que zinc, cobre, manganeso y selenio, además de polifenoles, bioflavonoides y antocyanos.

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