La diferencia entre las enfermedades crónicas y agudas está exclusivamente en la duración en el tiempo. Lo primero es no alarmarte, entender qué te pasa y actuar con decisión.
En cualquier caso, la medicina integrativa tiene un tratamiento integral y natural para que recuperes tu salud.
Qué es la enfermedad aguda
Qué es la enfermedad crónica
Tal como te expliqué en la introducción, la expresión crónica en medicina hace referencia a afecciones que se van desarrollando lentamente y que se mantienen a lo largo del tiempo.
Un ejemplo es la artrosis. Es una enfermedad que va afectando las articulaciones de forma progresiva y se mantiene durante mucho tiempo, años.
Este cuadro de artrosis puede ser leve, el paciente siente dolor o tumefacción de una o varias articulaciones pero sigue con su vida sin grandes dificultades. Pero puede llegar a ser severo, cuando el cuadro compromete a las articulaciones de forma importante y limita la movilidad, genera mucho dolor y produce una incapacidad en sus articulaciones.
La condición de crónico en estos casos siempre hace referencia a que lleva meses o años en el paciente.
En algunas ocasiones una patología puede pasar de crónica a aguda.
Por ejemplo, una persona padece de tensión arterial alta durante años, es decir que tiene hipertensión arterial de carácter crónico y puede estar bien controlada, pero en un momento dado, por circunstancias diversas puede presentar una agudización de su afección. Una crisis hipertensiva, que en cuestión de horas o quizás días, se resuelve. Es decir que tiene una patología crónica de base y en un momento dado se agudiza.
Si se soluciona adecuadamente significa que la agudización se controló y el paciente vuelve a su estado habitual. Regresa a la condición de enfermedad crónica. Es decir una hipertensión controlada con los medicamentos y medidas adecuadas.
La otra posibilidad es que los síntomas hayan sido tan intensos que la salud del paciente se complica tanto que muere.
En ambos casos, la situación aguda se soluciona en cuestión de días. Ya sea con volver a la cronicidad o con la muerte.
La buena noticia es que la medicina integrativa te ofrece soluciones:
Sin importar si tu situación es aguda o crónica o la intensidad del cuadro es leve, moderado o severo, la medicina integrativa cuenta con herramientas que te ofrecen una respuesta rápida, certera y resolutiva, sin efectos secundarios.
Ya sean situaciones físicas, mentales, emocionales, nutricionales, tendrás una visión amplia tanto para tu diagnóstico como para el tratamiento.
Por ejemplo, un cuadro de lumbago puede mejorar totalmente al poner unas agujas en los puntos exactos de tu oreja o de acupuntura y a su vez dando los nutrientes adecuados para recuperar la articulación, acompañando con ejercicios personalizados, ajustando tus hábitos y rutinas.
Es decir que con el enfoque de la Medicina Integrativa trabajamos en todos los ámbitos necesarios para que con tratamientos naturales vuelvas a encontrar tu salud.
De la misma manera ante un cuadro de diabetes, gota u otra enfermedad metabólica, el enfoque múltiple incluyendo los 3 pilares fundamentales Nutrición, actividad física y gestión emocional, serán la clave de tu recuperación.