La medicina convencional ha tenido enormes avances en muchos aspectos. Podemos decir con seguridad que los anestésicos, los analgésicos y los antibióticos nos han dado una tranquilidad que fue desconocida por la humanidad hasta hace menos de 100 años.
Los trasplantes, las prótesis, son avances que sin duda atienden enfermedades y situaciones agudas y que han mejorado en muchos aspectos nuestra calidad de vida.
La medicina convencional es muy efectiva en situaciones graves, atiende las urgencias, los traumas y se ha especializado en resolver rápidamente situaciones críticas.
No obstante, la prevalencia de enfermedades crónicas y degenerativas va en aumento: hipertensión, diabetes, obesidad, artritis y cáncer, por nombrar algunas. En mi opinión personal esto nos indica que necesitamos un modelo de atención de la salud que aborde muchos más aspectos y que entienda al ser en su totalidad y en su contexto. Comprendí esta situación hace más de 15 años cuando atendía personas que recaían una y otra vez, terminando poli-medicadas y aun así cada vez mas enfermas.
La homeopatía marcó la diferencia en el abordaje de la salud.
Para mi la gran diferencia es que la homeopatía individualiza, entiende al paciente como un todo, ha dejado el modelo mecanicista, para resolver las patologías desde un modelo mucho mas amplio, en el cual se tienen en cuenta diversos factores tales como el clima, la sensibilidad individual a ciertas emociones, a algunos alimentos, incluso peculiaridades como los horarios de mejoría o agravación. Los médicos formados en homeopatia aprendemos a tener una escucha activa, buscamos el origen del problema para desde allí y, con la participación del paciente, dar la solución.
Para ello es necesario disponer de tiempo y esta es la siguiente diferencia, cuando vas al médico homeópata sabes que dispones del tiempo necesario para hablar de lo que te preocupa y sobretodo para ser escuchado. Este solo acto no cura, pero podemos afirmar que desde allí se inicia el proceso de recuperación de la salud, siempre y cuando se acompañe de un tratamiento bien indicado y prescrito por el médico homeópata.
Pero además de todo esto, es necesario tener la certeza de que la medicación homeopática procede de laboratorios de calidad como Boiron, Iberhome, Heel, Lehning, DHU, Botica. La efectividad del tratamiento depende también de la calidad del medicamento. La medicación homeopática solo se vende en farmacias.
Pero para que se haga un buen trabajo medico homeopático, es importante tener una amplia y profunda formación en homeopatia, además de la formación médica correspondiente. Todos los médicos homeópatas debemos estar colegiados y nuestra actividad, debe ser notificada a la consejería de salud de cada comunidad. Esta es la garantía de que nuestra actividad cumple la ley recogida por el Ministerio de Sanidad y Consumo de España.
Se que la homeopatía no te hará daño, no tiene efectos indeseables en los pacientes o complicaciones que empeoren el pronóstico. Es bien tolerada, la pueden tomar bebés, embarazadas, adultos y personas mayores. Si además el tratamiento se acompaña de medidas nutricionales, buenos hábitos y rutinas, la recuperación de la salud esta garantizada.