La Fiebre es el sistema de defensa de nuestro organismo cuando se siente atacado por un virus o una bacteria. También acompaña la maduración del sistema inmunológico de los pequeños. Cómo cuidar la fiebre de los niños, cuando usar antitermicos y cómo usar la homeopatía.
¿Qué es la fiebre?
Primero hablemos de lo que es la temperatura normal del organismo. La temperatura varía según la edad, el ciclo menstrual, la hora del día, etc, pero en términos generales 37° C tomada vía rectal. Con 38 ya hablamos de fiebre. 37.5 si es oral y 37.2 en la axila.
La Fiebre es el sistema de defensa de nuestro organismo cuando se siente atacado por un virus o una bacteria. La subida de la temperatura mata o reduce la capacidad de reproducción de los gérmenes (más de los virus que de las bacterias). Es decir, la fiebre no es el enemigo a combatir, es un mecanismo de defensa y protección que fortalece nuestro sistema inmunológico y por supuesto nos ayuda a recuperarnos.
Un episodio febril que se deja cursar, cuidado, pero no deteniéndolo, disminuye la duración de una infección y las posibles complicaciones del mismo.
Es importante saber que la fiebre, especialmente en los niños, no es siempre como consecuencia de una “enfermedad”. La fiebre se puede presentar antes o durante la salida de los dientes, antes o durante un cambio importante como gatear, caminar, decir alguna nueva palabra o dar el estirón. La fiebre acompaña procesos de cambio importantes, es parte de nuestro sistema inmunológico.
Importante pues comprender que la fiebre es una respuesta natural de nuestro sistema inmunológico y acompaña la maduración y crecimiento.
¿Cómo cuidar la fiebre de los niños?
Ahora bien, no digo y esto lo resalto, que vayamos a dejar pasar la fiebre sin cuidarla.
Es necesario vigilar que el estado general del niño sea bueno, mantenerlo hidratado bebiendo pequeños sorbos con constancia. Especialmente si ha tenido vómito, pues una complicación de la fiebre es la deshidratación, que también se produce cuando el niño respira muy rápidamente.
- Su ánimo estará un poco decaído, pero está tranquilo, sin muestra de dolor.
- El llanto indicará incomodidad pero no gravedad o dolor.
- El cuidado debe además incluir el ambiente en que se encuentra. Una habitación templada y poca ropa, evitando abrigarlo demasiado (pues no bajará la fiebre de forma natural) o que se resfríe por estar muy desabrigado.
- Si tiene buen estado general, ha bebido suficiente y desea dormir, debemos permitirlo, pero cuidando siempre el otro extremo, es decir que le cueste trabajo estar despierto, este puede ser un signo importante para acudir al servicio de urgencias.
- La aplicación de paños de agua tibia en la frente, el pecho o los pies, puede estar indicada para regular la temperatura si se mantiene por encima de los 38,5 grados. La opción de permitir que esté en la bañera con agua templada jugando un poco es muy adecuada si el proceso febril lleva varias horas.
Sé que tememos que la fiebre derive en convulsiones. Hasta hace muy poco pensábamos que estas se presentaban con temperaturas muy altas, pero no es así. Las convulsiones pueden presentarse desde unas pocas décimas hasta varios grados por encima de los 37 y depende exclusivamente de cada niño. Lo cierto es que cada día aparecen mas estudios que indican que esta situación no deja secuelas en los bebés.
¿Que hacer si el niño convulsiona?
- En caso de convulsiones lo importante es mantener la calma. Será bastante complicado, pero si entendemos que dejarlo tumbado en un lugar seguro, de medio lado, vigilando que respira bien y evitando movimientos bruscos es lo único que podemos hacer, será suficiente hasta que recobre la conciencia y podamos llevarlo a urgencias (siempre tras una convulsión).
- Aflojar la ropa, retirar objetos cercanos y no intentar meter nada en la boca del niño.
- Utilizar un supositorio de paracetamol, nunca dando medicación oral.
Algunas enfermedades no infecciosas pueden causar fiebre, es un tema que debe ser tratado de forma individual, si usted es mi paciente, debe llamarme.
¿Cuando acudir al médico?
- Debemos alertarnos o consultar al médico cuando un episodio febril dura mas de 24 a 48 horas o si tenemos picos muy altos de mas de 40°.
- Cuando nuestro pequeño deja de beber, aparece gran somnolencia o sospechamos alguna complicación.
- Debemos tener especial cuidado con las infecciones urinarias, mas frecuentes en las niñas y que se manifiestan con la presencia de la fiebre más que por la molestia al orinar.
¿Cómo funciona la Homeopatía en casos de fiebre?
Mi experiencia como padre y médico cuidando la fiebre con homeopatía es maravillosa. Siempre digo, que lo primero que debemos hacer es armarnos de amor y paciencia para acompañar a nuestra pequeña que se tornará mimosa y bastante demandante de afecto, lo cual es normal.
Con la homeopatía lo que hacemos es reducir las molestias y el riesgo de complicación del proceso febril. La homeopatía no quita la fiebre, facilita al organismo que la pase y que el sistema inmunitario trabaje.
Si la fiebre baja rápidamente tras un medicamento homeopático, es que el proceso está terminando o el organismo no requiere mas elevación de la temperatura.
Tampoco existe un medicamento único que quite la fiebre, según el tipo de fiebre se emplea un medicamento u otro. Agrandes rasgos:
- Las fiebres por procesos dentales responden muy bien a chamomilla (7,15,30 ch por ejemplo)
- Las Fiebre con ojos brillantes con pupilas dilatadas, inquietud, mejillas rojas, suelen responder a Belladona.
- Las que incluyen temblores y escalofríos a gelsemium.
Hay muchos otros medicamentos para cada tipo de fiebre y persona. Ya será trabajo del médico homeópata determinar el medicamento preciso para cada episodio.
En algunos casos y sobre todo por dificultades a la hora de encontrar el medicamento en la farmacia, prescribo medicamentos compuestos que integran varias cepas y funciona muy bien también en adultos.
- Si la fiebre es como consecuencia de la dentición, la homeopatía alivia los síntomas. En este caso un compuesto como CHAMODENT.
- Si son las amígdalas o “la garganta” es necesaria una valoración médica, lo mismo que si sospechamos de infecciones de oído. La gran mayoría de las otitis no requieren antibióticos.
¿Cuando usar un anti-térmico?
En general somos una sociedad que usa la medicación con bastante ligereza, sin tener en cuenta los efectos secundarios, abusamos de las dosis o no las conocemos. Todas las medicaciones tienen efectos secundarios y deben ser recomendadas por profesionales.
Entiendo la angustia, el desconocimiento y la necesidad para que nuestros niños estén bien. Entiendo que nuestro ritmo de vida necesita que durmamos todos esta noche porque mañana hay que ir a trabajar. No quiero demonizar, pero es mi deber alertar para no utilizarlo a la ligera y he tenido casos extremos en que se le da apiretal o ibuprofeno por la noche, “por si acaso o para que duerma bien porque lo veo cansadito”. Por favor, tenga cuidado.
Si el niño está muy incómodo, tiene signos de dolor o vemos que tolera mal la fiebre, es cuando lo utilizamos. Si persiste es necesario acudir al médico.
Por último algunos datos menos conocidos de la fiebre.
Desde hace ya muchos años se utiliza la elevación de la temperatura corporal como parte de los tratamientos en casos de cáncer y otras enfermedades complejas.
De hecho mi querido maestro, el Doctor George Vithoulkas dice que los adultos debemos alegrarnos si tenemos un cuadro febril ocasional y preocuparnos si hace años no tenemos fiebre. Algunas personas consideran que la fiebre es un buen indicador de vitalidad y buena respuesta del organismo.
Las terapias febriles son una buena manera de poner en funcionamiento nuestro sistema inmunológico. Si está interesado en este método, le invito a consultarme.